En aquel jardín olvidado...

| | 2 susurro(s) al oido

La lluvia cae pausada sobre las verdes flores de aquel jardín olvidado donde unimos nuestros castos labios.
Hoy el día es gris y el sauce que nos ocultó de la Luna Llena, esa que nos miraba como vigía de aquella noche eterna y lóbrega, esta apagado. Ya no brilla con ese tono esmeralda que hacia un juego de luz y color con tus ojos.
Hoy, esta noche, con la misma Luna y los mismos árboles. Hoy, con el mismo vestido de la noche en que fui tuya, con la misma mirada castaña y soñadora. Con la misma sonrisa, bueno, en realidad eso no, no con la misma sonrisa. Porque hoy no esas tú para hacerme sonreír. Porque tú te fuiste antes de tiempo, ángel de luz. Huyó el aliento de tus suaves labios, ya no reciben besos de nadie sino de la muerte. Mi dulce amada, anhelo reunirme contigo en el frío lecho que es la tumba.
Lloro bajo el sauce. Lloro por tu marcha. Las saladas lágrimas que matan todas y cada una de las rosas de este jardín siempre vivo.

Pensé que decias la verdad...

| | 3 susurro(s) al oido

-Que yo te necesito. Que me he tirado toda la tarde llorando por tu culpa. ¿No te das cuenta, Black? Que si no estas tú, yo no puedo seguir. ¿Con quién salgo? ¿Con quién ahogo mis penas? ¿Con quién lloro si no estas tú? ¿Qué coño quieres que hagas sin ti?
Se quedó pensando lo que a mi entender fueron unos larguísimos minutos.
-Que tal vez me hagas daño. Pero no me importa, siempre que estés a mi lado.
Tony levantó la cabeza y me miró con aquellos ojos que todavía pueblan cada uno de mis sueños.
-Me quedaré. Me quedaré por ti. No te voy a dejar sola. Te lo prometo.
Me tendió su mano sin apartar la mirada de mis ojos. Sonreí levemente, con la sonrisa cansada que caracteriza a quien sonríe entre lágrimas.
-No me pongas gestos de película. No estoy para romanticismo, idiota.
Pero cogí la pálida mano que el me tenida. Tiro de mí y me estrello contra su pecho, hundí la cara en el hueco que siempre había para mi entre sus brazos.
Cuan ingenua fui, pues pensé que decía la verdad.